martes, 15 de diciembre de 2015

La "Llotja" de Palma

Nunca está de más escribir sobre un edificio tan emblemático y tan precioso, y teniendo en cuenta que en una de mis caminatas por Palma junto a un amigo tuvimos la oportunidad de entrar a verla completamente despejada e incluso pudimos llevarnos un sustancioso folleto que al ayuntamiento le ha dado por editar (en uno de esos alardes de increíble buena idea que alguien tiene a veces en un despacho), pues aquí estamos...

Poco que decir, de todas maneras, de un edificio que lleva siglos considerado como la obra maestra del gótico flamígero, que le debemos a uno de esos genios incomprendidos como es Guillem Sagrera, y que siempre es grato, gratísimo, poder admirar en su sobria desnudez, con esas imposibles columnas helicoidales y con sus juegos de luces y de sombras que desafían incluso a las imaginaciones más exacerbadas (incluida la de quien esto escribe, que se rinde pocas veces de forma completa y absoluta ante la magnitud de tales edificios). Pendiente está aún el visitar el tejado y sus “reformas”, pero lo cierto es que nunca he investigado a fondo el tema y no sé si tendría que pedir hora de forma legal o complicarme un poco más como investigador... A ver qué día cae.

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