sábado, 27 de junio de 2015

"Las Fiestas de Noëlle" (Philippe Warn)

Hace ya demasiado tiempo que leí este libro como para recordar algo de relevancia respecto a él (número 25 de la colección “La Fuente de Jade”, por cierto), y teniendo en cuenta las circunstancias de su casual hallazgo y posterior y accidentada lectura, tampoco me extraña mucho... Pero tampoco es nada que merezca la pena de forma loca o absoluta, ya que es la simple historia de una pareja que se dedica a la búsqueda de los más voluptuosos placeres (o eso dicen ellos), escrita con seudónimo que probablemente enmascara a un español ochentero al que le encargaron algo de relleno y que hoy día probablemente se sonroje al leerlo, y no por lo erótico, precisamente...

Eso sí, me ha hecho gracia que guarde tantas similitudes con “Emmanuelle” (respecto a trama, no respecto a disertaciones interesantes) y que incluso cite el libro en alguna ocasión. Es una lástima que no tenga nada más para ser recomendado.

jueves, 25 de junio de 2015

Feliz verano

Bueno, supongo que es hora de volver, si las tecnologías nos dejan...

Nadie que no lea este blog deja de saber lo que me ha pasado y dejado de pasar, pero después de todo este tiempo y de todas estas vivencias y de todas estas reflexiones, no dejo de darme cuenta de que ordenar es algo que me gusta, y que además es más que necesario en momentos tan caóticos como estos, así que aquí estamos, contribuyendo a la causa, además de pensar sinceramente que hay unas cuantas entradas que merece la pena compartir. Hay mucho trabajo detrás de todo esto, muchos años de luchas y de cuadernos manuscritos, mucho sudor y muchas ganas de compartir... así que, como he dicho ya, aquí estamos.

¿Y ahora, qué, podría preguntarse alguien? Pues ahora, a seguir, porque no queda otra, y porque es entretenido. Trabajo con un ordenador, escribo con el otro, pongo orden y más orden y más orden, elimino tareas y esfuerzos suplementarios, compongo todos los asuntos lo mejor que puedo... y hago lo que tengo que hacer, nada más, ni nada menos.

Así pues, ven, verano, ya que acabas de llegar, y disfrutémoste todo lo que no pudimos disfrutarte hace un año, y disfrutémoste de otra manera, como mejor sepamos, como mejor podamos, porque sea como fuere y sin que podamos hacer nada más que vivir, eres el fin de una época y pienso aprovecharte tanto como lo hice este pasado San Juan, en la playa, con viejos amigos que siguen siendo buenos y viejas vibraciones que siguen siendo buenas, para nuestra propia fortuna. Y a seguir, qué duda cabe...

Así que me voy a nadar, y a continuar con lo mío, que sin duda es lo único que se puede hacer.