viernes, 30 de septiembre de 2011

Single: "Y.M.C.A." (Village People)

Para finalizar el mes, acabaremos comentando el single de una canción que no necesita presentación alguna, y cuyo vídeo musical original es ciertamente icónico:
Me lo regaló el Pako una vez que fuimos a un baratillo hace poco más de un año, cuando yo aún no tenía plato pero ya volvía a entrarme este gusanillo vinilero tan agradable. Es de sobra sabido que me gustan mucho las frikadas (y me trae muy buenos recuerdos, ya que Adrià la usaba de sintonía en el programa de radio que hizo en el verano de 2003 y donde yo colaboraba), pero de todas formas, quien no la haya bailado alguna vez, que tire la primera piedra...

Es todo un puntazo lo de que lleve la transgresora letra en la contraportada, desde luego. Y por cierto que la cara B, “The women”, es un funky simpático y setentero, pero claro está que no le llega a la suela del zapato de su hermana mayor...

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Columnas "Última hora" agosto

Aprovechamos el día para colgar las columnas del mes de agosto, constatando que de cómic (y muy buen cómic) ha ido la cosa en buena parte...

-“Sensual Guido Crepax”: jueves, 11 de agosto de 2011.

   Recuerdo con nitidez la primera imagen que vi en mi vida del personaje de Valentina, la heroína de cómic creada por Guido Crepax: era un dibujo frontal de la chica en cuestión, desnuda y arrodillada, y con un gato entre sus piernas. Destilaba una belleza y una sensualidad tan profundas que no me resistí no sólo a fotocopiarlo, sino a intentar dibujarlo (con resultados un tanto pobres, ciertamente), y desde luego a conservarlo (y a considerarlo) como ejemplo de verdadera obra de arte.
   Ahora, bastantes años después, y sabiendo de sobra quién fue y quién dejó de ser el señor Crepax, la gijonesa Semana Negra (certamen lúdico-cultural siempre dispuesto a ofrecernos momentos inolvidables) ha acercado a nuestro país nada menos que una exposición de originales del artista: una colección de páginas y páginas que muestran no ya su impecable técnica y su particularísimo desarrollo del medio (que exploró en todas y cada una de sus posibilidades), sino también aquella belleza y aquella sensualidad que tanto me cautivaron (a mí y a millones de lectores) hace tantos años. Blancos y negros muy marcados, curvas rotundas al tiempo que suaves, posturas imposibles e imposibilidades anatómicas... en suma, (toda) una fiesta para (todos) los sentidos, perpetuada además en un catálogo que no tiene desperdicio desde ningún punto de vista.
   Ojalá la Semana Negra pueda seguir ofreciéndonos durante mucho tiempo muestras de este tan buen (y sensual) gusto que siempre han destilado sus organizadores.

-“Cherry Popart”: viernes, 19 de agosto de 2011.

   Tristemente, serán muy pocos los lectores a los que ese nombre les diga nada... pero si alguien lo reconoce, seguro que no se ha olvidado de esa especial heroína del cómic, creada por el gamberro Larry Welz allá por los años 80’ (aunque hay datos que la sitúan más atrás en el tiempo), y cuya característica más sobresaliente es la de disfrutar de todas y cada una de las posibilidades de su cuerpo con un candor y una desfachatez que ya quisieran muchos otros personajes. Cherry y sus amigos viven aventuras de papel y tinta cargadas de voluptuosidades y de placeres explícitamente inverosímiles, que harían sin duda sonrojar al mismísimo diablo... aunque probablemente lo que esos personajes harían con alguien como el diablo sería ponerle de inmediato a participar en sus juergas estivales sin ningún tipo de recato.
   Por desgracia, es necesaria una búsqueda bastante concienzuda para hacerse con sus aventuras en nuestro idioma (Ediciones La Cúpula publicó cinco tomos recopilatorios en los años 90’), pero si el inglés no es un problema para nosotros, sin duda las nuevas tecnologías nos ofrecen nuevas posibilidades que no se deberían desaprovechar. Y es que gracias a ellas hemos podido comprobar que Welz no solo sigue activo, sino que además conserva su cáustico humor, y también todos y cada uno de los atractivos del personaje, ya que prácticamente se auto-edita y vende directamente a los fans desde su completa página web (acompañándolo además de un extenso y delicioso surtido de páginas originales, litografías, tarjetas postales, y un largo etcétera).

-“Desnudos en Mallorca”: jueves, 25 de agosto de 2011.

   Podría pensar el lector que estoy citando el título de alguna película rodada en tiempos del “destape”, pero no van por ahí los tiros. Hace unos días, tuve la inmensa fortuna de que dos de mis más grandes amigos me cediesen una habitación en la casa que tienen alquilada en un delicioso pueblecito de nuestra isla, un pueblo junto al mar que conserva la particularidad de que sus costas NO (y es un NO con mayúsculas) están urbanizadas. Es decir: las playas están ahí, y la gente, pues va, aunque no en masa ni mucho menos.
   El caso es que cuando nos fuimos a nadar, mis amigos (un hombre y una mujer, que además son pareja) se quitaron la ropa sin problemas, a lo que por supuesto me sumé con entusiasmo tras preguntar si aquella zona era efectivamente nudista... y la respuesta que me dio mi amigo fue sorprendente: “no, no lo es, pero aquí a nadie le molesta.”
   Y no molesta, simplemente, porque a nadie le preocupa. Porque en ese lugar (que no, no desvelaré) las cosas se viven con la naturalidad de hace unas pocas décadas, porque no hay foráneos (ni propios) que se preocupen de escandalizarse por tan poca cosa. Porque tampoco hay hoteles, ni piscinas, ni bullicios, ni nada semejante.
   Mientras estaba tumbado en las rocas, disfrutando de la caricia del Sol en toda plenitud, igual que la Humanidad ha hecho durante miles de años, pensé en todas las cosas que el desarrollo de la industria turística nos trajo en su tiempo... y también en las libertades que hemos perdido por el camino por culpa de estúpidas morales, propias (o foráneas, que tanto da).

martes, 27 de septiembre de 2011

La música de la película "Emmanuelle", y derivados

Gracias una vez más a las correspondientes mudanzas y a la adquisición de mi querido plato de vinilos, vamos a poner un poco de orden en este galimatías musical que hay en torno a la película inspirada en la obra más famosa de Marayat, constatando (y escuchando) lo que ya tenemos (porque a juzgar por lo que hay en la red, lo que no tenemos es verdaderamente extenso, aunque musicalmente poco interesante... y ya irá cayendo alguna cosilla, ya), y uniéndolo a otras informaciones que ya habíamos ido facilitando a vuelapluma en este mismo blog.

Para empezar, el disco de la banda sonora original de la película, compuesta por Pierre Bachelet y Hervé Roy (incluyendo los temas supuestamente plagiados a King Crimson, de lo cual ya hemos hablado alguna vez), que personalmente encontré de absoluta casualidad en una tienda de discos de la calle Montera allá por marzo de 1998, después de haberlo buscado infructuosamente durante años (no, en aquel entonces la web no era lo que es ahora). Es la edición española, distribuida como siempre por Hispavox en 1975: el número de referencia del disco (que aparece únicamente en el lomo) es HWBS 321-79, y la portada y contraportada creo que son exactamente iguales que los de la edición original.
Incluso vale la pena escanear el label del disco por aquello de los datos y la gracia de los títulos de los temas traducidos a nuestro idioma:
En cuanto al contenido del disco, desgranémoslo tema por tema, con sus correspondientes duraciones:

-Cara A:

1-“Emmanuelle in the mirror” (1’08’’) Piano suave e introductorio que todos conocemos.
2-“Emmanuelle song (french vocal version)” (3’08’’) Canción en francés, con letra del propio Bachelet y cantada por él mismo.
3-“Emmanuelle in Thailand” (2’30’’) Primera parte de saxo setentero, pero la segunda es muy bonita, cuando ella descubre la ciudad desde el coche.
4-“Emmanuelle steps out” (1’01’’) Variación del tema con guitarra eléctrica suave.
5-“Emmanuelle theme (variation)” (1’47’’) Variación lenta acompañada de piano.
6-“Night Club” (1’31’’) El paradigma de la música de los 70’, que queda hasta gracioso para ilustrar la escena de Jean y su amigo en el bar.
7-“Emmanuelle swims” (1’30’’) Tono eléctrico y misterioso para la escena de Emmanuelle en la piscina. Tiene ciertas sonoridades del tema plagiado a King Crimson.
8-“Emmanuelle in Thailand (variations)” (0’50’’) Variación de la primera parte de 3, es decir, la menos interesante.
9-“Emmanuelle theme (instrumental)” (2’44’’) Lento y más electrificado, se vuelve desagradable por esa especie de ruido de fondo que le añaden. El final anticipa las sonoridades del tema plagiado a King Crimson.
10-“Emmanuelle in the mirror” (1’08’’) De nuevo, piano suave e introductorio que todos conocemos: de hecho, parece exactamente el mismo tema que 1.

-Cara B:

1-“Emmanuelle in the mirror” (1’08’’) Una vez más, piano suave e introductorio que todos conocemos: de hecho, otra vez parece exactamente el mismo tema que 1 de la cara A.
2-“Emmanuelle song (english vocal version)” (3’13’’) Canción en inglés, con letra de Ken Howard y Alan Blaikley.
3-“Emmanuelle theme (instrumental - variation)” (1’19’’) Único corte (lástima, porque es precioso, y en la película suena más veces) que contiene la melodía que parte del que parece ser el tema plagiado a King Crimson, de nuevo con el ruido de fondo desagradable.
4-“Mood” (1’43’’) Guitarra suave y extraña dentro del disco.
5-“Emmanuelle theme (up - tempo instrumental)” (1’02’’) De nuevo, insistiendo en la idea del tema 8 de la cara A.
6-“Opium den” (2’23’’) Alucinógeno tema para el fumadero de opio, con percusión suave e hipnótica.
7-“Rape sequence” (1’02’’) Parece que este es el tema plagiado a King Crimson, que no llega a convertirse en el 3 de la cara B, pero lo anticipa.
8-“Emmanuelle theme (instrumental)” (2’44’’) Enésima variación, insistiendo en la misma idea que 5 de la cara B.
9-“Cigarette act” (2’35’’) Más años 70’, perfecta para pegar a 6 de la cara A, puesto que las dos pasan en el club.
10-“Emmanuelle in the mirror” (1’08’’) Y una vez más aún, piano suave e introductorio que todos conocemos: de hecho, otra vez parece exactamente el mismo tema que 1 de la cara A.

En general, y como ya he dicho alguna vez (y más allá de plagios o no plagios), una musiquilla suave y dulce, perfecta para la película, y que lo único que tiene que ver con Marayat es que evoca algo basado en su obra de forma absoluta e inevitable. Ya que estamos, transcribiremos también la cancioncilla en francés, porque la he encontrado por ahí (y hay que recordar que tampoco es de Marayat, ojo, sino de Bachelet):

Mélodie d’amour chante le cœur d’Emmanuelle,
Qui bat cœur à corps perdu.
Mélodie d’amour chante le corps d’Emmanuelle,
Qui vit corps à cœur déçu.

Tu es encore
Presque une enfant.
Tu n’as connu
Qu’un seul amant.
Mais à vingt ans,
Pour rester sage,
L’amour est un
Trop long voyage.

Mélodie d’amour chante le cœur d’Emmanuelle,
Qui bat cœur à corps perdu.
Mélodie d’amour chante le corps d’Emmanuelle,
Qui vit corps à cœur déçu.

L’amour à cœur
Tu l’as rêvé.
L’amour à corps
Tu l’as trouvé.
Tu es en somme,
Devant les hommes,
Comme un soupir
Sur leur désir.

Tu es si belle,
Emmanuelle.
Cherche le cœur,
Trouve les pleurs.
Cherche toujours,
Cherche plus loin.
Viendra l’amour
Sur ton chemin.

Mélodie d’amour chante le cœur d’Emmanuelle,
Qui bat cœur à corps perdu.
Mélodie d’amour chante le corps d’Emmanuelle,
Qui vit corps à cœur déçu.

En cuanto al single que yo poseo, pues poca chicha tiene, ya que es también de Hispavox y él mismo indica que tanto la canción en francés de la cara A como la canción en inglés de la cara B pertenecen al disco original, con idéntica duración. Eso sí, nunca hasta este momento había podido escuchar mi copia, y puedo decir que está impoluta...
Aparte de eso, existe aquel disco titulado “Emmanuelle” que lleva versiones más o menos chapuceras en español de bandas sonoras originales de la época, y que es el siguiente:
A pesar de que está un poco roto, todavía puede escucharse perfectamente (aunque tampoco es una gran experiencia el hecho de hacerlo, pero bueno...). En este caso, lo que hay del film que nos interesa es la canción “Emmanuelle” cantada en castellano por José Guardiola, de 3’09’’ de duración, y la letra (que tira de espaldas y que no, no merece la pena transcribir aquí) es de C. Moncada. En la cara B, una versión de “Emmanuelle en Tailandia” de 2’34’’ de duración, interpretada por la Orquesta Dimitri Papadopoulos, parecida a la original pero que como casi siempre en estos casos no le aporta nada (y más bien le quita). Desde luego, tanto ellas como el resto del conjunto se quedan en una mera anécdota temporal que no es necesario buscar con demasiado esfuerzo...

Y para acabar, precisamente, otro single: el de José Guardiola, con “Emmanuelle” en la cara A y “Eva” en la cara B (la cual también está en el otro disco, por cierto), que adquirí como pura curiosidad en enero de 2001. Las versiones parecen ser idénticas a las del disco, por lo que lo conservo simplemente como eso: una curiosidad.
Como digo, son más las cosas que faltan que las que tengo, pero como este ánimo clasificador mío puede más, pues eso... y que conste que la música de Bachelet me sigue gustando mucho.

lunes, 26 de septiembre de 2011

"Carta Blanca" (Jeffery Deaver)

Quizá se pueda pensar a tenor de la ausencia de entradillas que he dejado de leer libros, pero nada más lejos de la realidad (después de todo, tengo una fama que mantener entre mis amigos, jejeeee...). Por una parte, estoy enfrascado en algo muy gordo (es decir, muy grueso), y por la otra, aproveché el último viajecito a Asturies para leerme la última novela de James Bond, cosa que empieza a convertirse en una costumbre...

“Carta Blanca”, de Jeffery Deaver, es una auténtica gozada para los amantes de la literatura bondiana, que nada tiene que ver con John Gardner (por poner un ejemplo cercano de lectura) y que actualiza divinamente al personaje, a pesar de que hay gente que se ha quejado (tal vez con razón) de la excesiva publicidad encubierta que hay en él. De todas formas, y por lo que yo pueda recordar, a Fleming también le gustaba hablar de marcas concretas, y lo hacía simplemente porque le gustaba y le daba al personaje un carácter especial (queda mejor ser tan específico que no decir “un coche de último modelo”, al menos a mi juicio).

Pero todo eso es pecata minuta, comparado con el grueso de la novela. Es decir, con el buen hacer de un escritor que sabe actualizar al personaje sin que al lector aficionado le rechinen los dientes por ello, que crea un punto de partida tan acertado como hizo “Casino Royale” en el cine, y que a pesar de eso respeta todos y cada uno de los tópicos permitiéndose el lujo de hacer magníficos guiños al pasado (nada menos que un microfilm, ¡qué tiempos aquellos!). Y eso, por no hablar de las novedades en sí, como es el personaje del “malo” reciclador de basura, o los escenarios contemporáneos que son puntos calientes en sí mismos.

Que los aficionados a la literatura de Bond estamos de enhorabuena, vaya: ojalá sea Deaver el encargado de darle continuidad al asunto a partir de las directrices trazadas aquí, ya que “La Esencia del Mal” se quedó precisamente en anécdota continuista (que no por ello mala ni censurable, ojo). Ahora mismo, tengo en proyecto ir adquiriendo y leyendo todas y cada una de las novelas clásicas, así que cuando lo haya hecho, probablemente vuelva a leerla y ya comentaré entonces qué y qué no... pero de momento, me he quedado más que satisfecho.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Aniversarios variados, ciclos completos, y sincronicidad

Hoy, hace exactamente diez años. Hace diez años te vi por primera vez, vislumbré tu sonrisa y tu psicomagia, y la realidad empezó a danzar de una manera tan fuerte que ni yo mismo me lo creo...

¿Hubiese emprendido el camino entonces, de saber todas estas dificultades que me esperaban y me esperan? No lo sé, no tengo ni idea... pero así es la vida, y así es como la vivimos, o procuramos vivirla. A fin de cuentas, de nada me arrepiento, y no hay motivo alguno para que la fiesta deje de ser tal.

Y eso, a pesar de los nubarrones otoñales que nos contemplan (y que tanto nublan a veces el ánimo, aunque a veces lo refuerzan, porque estos días son sin duda especiales), porque hace ya un par de días que ha llegado el otoño... así que feliz otoño, entonces.

Hoy, no puedo decir que no sepa si soy más feliz, porque a pesar de creer que no lo sé, sí creo que lo sé... pero lo que sí sé, sin ninguna duda, es que cada vez sé más, y eso quiere decir que cada vez dejo de saber menos. Seguimos acercándonos, y seguimos danzando con la realidad...

lunes, 19 de septiembre de 2011

Otro libro de Marayat: "La Siamoise Nue"

Una última adquisición, que sin duda viene con su propia historia a cuestas: de rebote y por casualidad, adquiero en la red este volumen de “La Siamoise Nue”, uno de los últimos libros firmados por Emmanuelle Arsan, del cual aún no poseía yo ningún ejemplar. Por desgracia, y que yo sepa, de momento no se ha traducido a ningún otro idioma: la presente es la edición publicada por Le Cercle en diciembre de 2003 (y por lo tanto, creo que la primera de todas) en tapa blanda, con la foto de una Marayat más madura (y no por ello menos bella) en la portada (y cuyo copyright se atribuye ya directamente a Louis-Jacques y Marayat Rollet Andriane, en un lugar tan visible como la contraportada), y 552 páginas (existe al menos otra, editada por Le Cercle Poche en el 2005, de menor formato).

En cuanto al contenido, una novela exótica que tiene más que buena pinta y que lamento profundamente no poder leer, a la cual además le sirve de prefacio una misteriosa frase de André Malraux: « Quels livres valent la peine d’être écrits, hormis les Mémoires ? », es decir, “¿Cuáles libros vale la pena escribir, excepto las Memorias?”. Probablemente, y conociendo a nuestra autora favorita, nos ofrezca aquí suculentos datos y experiencias que sería todo un placer poder leer...

Pero eso no es todo ni mucho menos, y es que la cosa lleva un aliciente añadido. Nada menos que la firma de la autora, acompañada de una dedicatoria muy especial, que dice así: « Paul Acciari, artiste accompli, maître de ton rêve, seras-tu indulgent envers ces rêves inachevés ? En amitié, Emmanuelle Arsan, 15 avril 2004. » (es decir, “Paul Acciari, artista consumado, dueño de tu sueño, ¿serás indulgente hacia estos sueños inconclusos? En amistad, Emmanuelle Arsan, 15 de abril de 2004.”). El libro va acompañado además de un posavasos escrito en inglés y en griego colocado en la página 196 a modo de marcapáginas, y eso refuerza la hipótesis de que realmente perteneció a un artista llamado precisamente así (restaurador, diseñador de producción, y pintor, que parece ser reparte su tiempo entre Francia y Grecia), de quien he encontrado alguna que otra foto en internet.

La obligada pregunta es: ¿qué sucedió con este libro? ¿Se deshizo de él su dueño, así sin más? Por mi parte, prefiero pensar en un descuido, en que quizás se lo dejó abandonado involuntariamente en una bonita terraza de un café de una isla griega, junto al Mediterráneo, y que algún camarero lo recogió sin saber demasiado bien qué hacer con él... hasta que ha llegado aquí, a mi biblioteca, por un módico precio. Desde luego, y como ya dije en otra ocasión similar, por la parte que me toca prometo cuidar muy bien de él...

Y la historia no acaba aquí aún, ya que su anterior dueño (o su anterior lector) era tan admirador de la obra de Marayat que se tomó la molestia de señalar unos cuantos párrafos del texto con un bolígrafo negro. Y como un servidor no sabe leer francés, pues me he limitado a copiarlos y a traducirlos para añadirlos a mi propia colección de frases de mi escritora favorita, por aquello del romanticismo y porque alguna de ellas es verdad que tiene miga:

P. 16 : « L’amour est la racine des déracinés. »

(“El amor es la raíz de los desarraigados.”)

P. 29 : « Il n’y a pas de vraie jouissance sans exagération. »

(“No hay verdadero goce sin exageración.”)

P. 43 : « Vous avez longtemps eu deux fidélités parallèles. »

(“Usted tuvo mucho tiempo dos fidelidades paralelas.”)

P. 55 : « Le spectacle, me criait-on, en valait la peine. Je suis un simplet de province : à peine un feu d’artifice est-il annoncé, je me dresse sur la pointe des pieds pour battre des mains. »

(“El espectáculo, me gritaban, valía la pena. Soy un simplón de provincia: apenas un fuego de artificio es anunciado, me pongo de puntillas para aplaudir.”)

P. 56 : « La lune en partance s’était rangée au-dessus du volcan. Elle me montra que celui-ci avait deux cratères au côté droit. J’ai pu apprendre ainsi que, sous des dehors frustes, cette brute avait une grâce de dormeur du val. »

(“La luna a punto de salir se había colocado por encima del volcán. Me mostró que éste tenía dos cráteres al lado derecho. Pude enterarme así de que, bajo las gastadas partes exteriores, este bruto tenía una gracia de dormilón del valle.”)

P. 57 : « Jésuite, donc masochiste, misogyne et ennemi des bêtes. »

(“Jesuita, pues masoquista, misógino y enemigo de las bestias.”)

P. 71 : « -Bien vu, approuva Saint Noir. Être nu, c’est se risquer à ne pas appartenir. À ne pas ressembler. En tenue d’écolière, une fille ressemble à toutes les filles de sa classe. Nue, elle ne ressemble plus à personne.
Il frissonna subitement, toussa avant de résumer :
-La nudité est illégale parce que les lois sont conçues pour faire ressembler. »

(“-Bien visto, aprobó a Saint Noir. Estar desnudo, es correr peligro de no pertenecer. Al no parecerse. En postura de alumna, una chica se parece a todas las chicas de su clase. Desnuda, no se parece a nadie más.
Tiritó súbitamente, tosió antes de resumir:
-La desnudez es ilegal porque las leyes están concebidas para hacer parecerse.”)

P. 91 : « Cette logique est belle et bonne, mais qu’est-ce que vous et moi pouvons faire de pratique contre l’arriération des croyants et la fringale des puissants ? »

(“Esta lógica es hermosa y buena, pero ¿qué podemos hacer vosotros y yo contra el retraso de los creyentes y el apetito de los poderosos?”)

P. 94 : « L’avenir ne doit plus être très loin, après tant de passé. »

(“El futuro no debe de estar mucho más lejos, después de tanto pasado.”)

P. 113 : « Si l’on ne dit pas assez souvent « je t’aime », on finit par ne plus aimer. »

(“Si no se dice bastante a menudo “te quiero”, acabamos por no amar más.”)

P. 122 : « L’homme est dans le pétrin… Qu’il en sorte ! dit Dieu. C’est pour lui marquer mon estime que je le laisse se débrouiller. » (Gide)

(“El hombre está en un apuro... ¡Que salga! dice Dios. Es para indicarle mi estima que le dejo desenredarse.”) (Gide)

P. 135 : « aimer les femmes intelligentes est un plaisir de pédéraste ! »

(“¡Amar a las mujeres inteligentes es un placer de pederasta!”)

viernes, 9 de septiembre de 2011

Recibiendo a septiembre, despidiendo a "Kiss Cómix"

Y cerrando etapas continuamos...

Es una lástima. Era previsible, era imaginable, e incluso era evidente... pero es una lástima. Toda una combinación de factores que ha hecho que la revista “Kiss Cómix”, dedicada al cómic erótico y editada por Ediciones La Cúpula durante casi veinte años, haya tenido que echar el cierre. De golpe, va uno al kiosco, o a la librería especializada de turno, y se entera de que el 239 es el último número.

Ya he escrito una columna sobre el tema, y si insisto en ello aquí, es precisamente porque esta revista ha sido una parte muy importante de mi vida. Como pocas cosas. Puedo presumir de tener nada menos que la colección completa, de haberla leído solo y en buena compañía, e incluso de haber aparecido varias veces en sus páginas (incluso en una foto de cuerpo entero, caracterizado como el dr. Frank ‘n’ Further)... y por eso, su despedida y cierre me produce una sensación de lo más agridulce.

En 1991, cuando apareció, yo tenía 15 años. Recuerdo verla colgada en los escaparates de los kioscos sin decidirme nunca a comprarla sin saber muy bien por qué (por vergüenza no, ojo), pero ya entonces me acompañaba de refilón: tuvieron que pasar varias vicisitudes y varios números hasta que mi interés por el cómic (en general) creció, hasta adquirir el primero de ellos por pura curiosidad. Fue el 44.

A partir de ese momento, y salvo algunas excepciones (tuve unos meses que la abandoné a su suerte), nunca dejé de comprarla, ni tampoco de recuperar los que no tenía. Seguí haciéndolo en Barcelona, y después, en Madrid, y también en Gijón, y de nuevo en Palma... porque la asociaba tanto a mi propia vida que cada vez que tenía que mudarme de un lugar a otro lo primero que hacía era comprármela, y la colección recomenzaba otra vez. Justamente, una de las cosas que acababa de hacer y que remataré dentro de nada fue unificarla toda, dejándola partida en dos bloques (el asturiano y el mallorquín), como tantas otras cosas en mi vida...

He conocido y entrevistado a muchos de sus autores, y tengo preciosos dibujos de algunos de ellos. Tengo ejemplares con deliciosas cicatrices provocadas por el placer compartido, tengo ejemplares de segunda mano que no ha sido fácil encontrar (adquirí el número 1 en edición original nada menos que en Holanda, precisamente porque no quería reediciones y en “Lambiek” lo tenían), tengo ejemplares leídos una y mil veces y tengo otros que no tanto... En definitiva, tengo una colección magnífica.

Por eso, ahora que tantos círculos de mi vida se van cerrando, la sensación es como digo muy agridulce. Algo más que se acaba, algo menos de lo que depender... y un placer que ya no voy a volver a sentir: el bueno de Atilio lo ha explicado muy bien en su última locura (por cierto: gracias por la venganza de Marité, que muchos estábamos esperando hace tanto). Una lápida, una noche de invierno, un ramo de flores...

Muchas gracias, “Kiss”: seguiremos adelante, pero te echaremos de menos.